jueves, 2 de junio de 2011

Adaptaciones al clima

Esta entrada trata sobre la mayor parte de los cactus que viven en unas condiciones de aridez y soleamiento excepcionales. Estas plantas han desarrollado una serie de mecanismos y de particularidades morfológicas y fisiológicas que les permiten resistir y crecer en tales condiciones extremas.




Aqui hablaremos sobrelos principales mecanismos biológicos de adaptación de las cactáceas adultas al calor, el soleamiento y la sequedad (cactus globulares, columnares y Opuntias). El desglose de los párrafos del artículo es forzosamente arbitrario, habiendo ciertos mecanismos descritos de las funciones de adaptación diversas. No pretende ser exhaustivo (los mecanismos son innumerables, variando de una especie a otra y no todos son conocidos) sino simplemente un repertorio de los más corrientes y los mejor conocidos.



Los cactus han perdido sus hojas ancestrales (salvo el caso de Pereskia), que constituyen los principales órganos responsables de la pérdida de agua en los vegetales, y han evolucionado hacia formas masivas.


El cactus es capaz de almacenar grandes cantidades de agua en su tallo, el cual se adelgaza durante períodos de sequía, y cuando caen lluvias ocasionales se vuelve a ensanchar debido a la incorporación del agua que almacenará por otro periodo. Los brotes tiernos poseen hojas pequeñas, las cuales con mucha frecuencia quedan reducidas a escamas. La mayoría de las especies tienen espinas cortas y rígidas; algunas son, sin duda, hojas modificadas y otras, transformaciones de los pelos con el fin de evitar la transpiración y con ello la pérdida de agua. En este tipo de vegetales, es el tallo el que realiza directamente el proceso de elaboración del alimento de la planta llamado fotosíntesis. Los cactus requieren fundamentalmente un suelo arenoso, relativa cantidad de agua y abundante y cálida luz solar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario